sábado, 23 de julio de 2011

CAMINANDO

Por Eivert Caridad Fernández


Vivir con Dios es una experiencia maravillosa, pero también es una gran responsabilidad, debido a que cada persona que dice conocer a Dios se convierte en un representante de Dios donde quiera que esté. De manera que su testimonio se verá reflejado en la forma  como él o ella actúe y se comporte. El andar con Dios no es simplemente una experiencia espiritual e invisible, sino más bien una experiencia visible, real y tangible,  que se demuestra de manera espontánea. Cuando una persona camina con Dios, las personas se dan cuenta que Dios está contigo ¿Cómo? A través de tu comportamiento, de tu nueva forma de vida y también por la forma en que tratas a las personas.

El andar con Dios es una aventura excitante y una experiencia grandiosa, donde Dios a través del Espíritu Santo se convierte en el timonel y capitán de tu vida, de manera que nadie puede decir que anda o camina con Dios teniendo un espíritu de independencia y autosuficiencia.



Cuando caminamos con Dios, Él se convierte en nuestra guía, y en se sentido, Dios  nos llevará a situaciones y experiencias que son nuevas para muchos de nosotros, es decir, en el recorrido Dios permitirá que pasemos por diferentes estaciones de la vida, para así poder perfeccionar nuestro carácter.


Caminaremos por sendas de pastos verdes, pero también por caminos espinados. No todo en esta vida es color de rosa, pues, en el proceso de nuestro caminar tendremos que pasar nos guste o no por situaciones difíciles, pero te tengo una buena noticia: Dios camina con nosotros.


La vida de Jesús se convierte en el modelo perfecto a seguir por todos nosotros. Es  la vida de Jesús el ejemplo perfecto para los seres humanos. Jesús fue un hombre que caminó con Dios en todo momento. Si decimos nosotros que caminamos con Dios, debemos nada más y nada menos que vivir como Jesús vivió.

Esto nos da varias preguntas para reflexionar y considerar

1. ¿Estamos viviendo como Jesús vivió?
2. ¿La gente puede reconocer a Jesús en nuestra vida?
3. ¿Qué podemos hacer para vivir como Jesús vivió?
4. ¿Qué debo abandonar para poder parecerme más a Jesús?
5. ¿Qué cosas estamos haciendo, que Jesús no haría?



Hoy es un buen día para caminar con Dios siguiendo el ejemplo de Jesús



No hay comentarios:

Publicar un comentario