SEXUALIDAD

LECCIONES DE MI MASCULINIDAD // Eduardo Mejías


   Cuando yo entendí que tenia un problema de identidad y de AMS, no sabía como reaccionar, parecía que los estándares de hombría eran muy altos para mí. Me sentía muy menos hombre, veía inalcanzable la forma en que debía comportarme ahora ya que siempre tenía que actuar para ocultar mis gestos o ademanes mas no lo lograba. Siempre había alguien que me miraba y me hacía entender que era "raro". El dolor de un hombre al sentir el rechazo, sea real o no, lo corta de relaciones saludables y de bendición. Por eso sentimos como si todo el mundo estuviera juzgándonos y rechazándonos. Pero tenía dos opciones y la primera era quedarme así y dejar que el tiempo lo cambiara todo o como segunda opcion el ser intencional y tomar decisiones en cambiar.
   Escogí explorar la masculinidad genuina, entonces aprendí que:


   1. Una verdadera masculinidad solo puede ser transmitida por otro hombre. (Santiago 5:16)


   El Señor me mostraba que él pone personas como pastores, amigos, compañeros de responsabilidad, líderes de jóvenes pero también catedráticos en la Universidad y profesionales para enseñarme carácter masculino. Aquellos que solo crecieron con amigas y jugando con hermanas aprendieron lo que para las chicas es importante desechando lo que es parte de nuestra identidad como hombres.
   Para esto tenía que ser honesto y abrir mi vida. No podía solamente hablar de la pornografía y la masturbación si deseaba trabajar en esta área de mi vida. Los demás no van a adivinar tus luchas eres tú quien debe tomar la iniciativa de dar ese paso o desnudar tu alma. Cosas como el tono de voz, la forma en que dejamos que los sentimientos nos muevan y nuestro apego a la vanidad podian ser modeladas no solo por personas conocidas sino por personas a quien admiramos. 


   2. Aprendí que no se me corrige por atacarme sino porque querían ayudarme. (Génesis 32.28)


   Ser corregido duele, y si has salido de la homosexualidad no quieres escuchar a otro diciéndote que hacer o que esta mal en tu carácter. Los hombres debemos ser de alguna manera rudos para enfrentar los desafíos de nuestras vidas. Dios es rudo, de hecho él es llamado el Señor de los ejércitos, y hombres como Jacob con temperamento suave y hogareño aprendió de parte de Dios a trabajar duro por lo que amaba y a pelear con el ángel mismo para sacar el hombre que había en él.


   3. Que la homosexualidad no es un tema para bromear. (Proverbios 11.12)


   Muchos de nosotros usamos una mascara, y le hicimos creer a muchos que bromeando de esta forma era para hacer caer en gracia o compartir un momento de humor con otros y no realmente algo que desagrada a Dios y debíamos cambiar. En lugar de tratar de cambiarlo lo celebramos.


   4. Aprendí ante todo que debía usar el discernimiento de Cristo para tomar la bueno y desechar lo que era humanamente incorrecto. (Efesios 4.25) 


   No podía anular mi temperamento para ser como otros y debía tener cuidado de que estas personas que me ayudaran por muy espiritual que fueran me transmitieran principios de carácter totalmente bíblicos y no infectados por el machismo moderno y nuevas modas de comportamiento como la moda Metrosexual.


   5. Toma tiempo cambiar. (Hebreos 12.1)


   Tendremos tropiezos al tratar de cambiarlos pero si perseveramos las personas daran fe de nuestro cambio y podran ver a Jesús en nosotros.
   Dios no te mandará de la nada a estas personas si te sientas a pensar que no hay nadie que te pueda apoyar, pero si oras con fe a Él. Dios te dará la sabiduría para escoger y dar el paso con quienes el te de paz y la confianza necesaria para corregir tus ademanes, gestos y sobre todo tu carácter como nuevo hombre.