sábado, 31 de diciembre de 2011

¿Feliz Año Nuevo?

Por: Eivert Caridad Fernández // @Eivert

Cada vez que un año nuevo comienza, más de un charlatán, brujo, adivino e incluso, algunos cristianos, comienzan a darle nombre al año que recién 
 comienza.

Que si el año del gato, el perro y la loba; otros más espirituales lo llaman el año de gobierno, de la toma del poder, de la santísima unción 
extravagante del Cordero, etc., lo cierto es que no hay nada místico en el comienzo de un año nuevo.

Soy amigo de las buenas noticias, y me gusta ser positivo, pero en realidad, muchas veces dudo de las palabras prefabricadas que algunos iluminados  hacen cada vez que el año va a terminar.

No hay nada malo en decir 
afirmaciones de fe y declaraciones positivas, pero no todo lo que decimos se cumple, así que después no le echen la culpa a Dios de los fracasos y de las falsas promesas que nunca se hicieron realidad.

Recuerdo que un humilde siervo de Dios comenzó a profetizar y a  dar las acostumbradas palabras de fin de año y todas ellas estaban cargadas de promesas y de cosas buenas. Al final del año, muchas de las personas fueron 
decepcionadas porque no todo se cumplió en sus vidas. ¿Es culpa de Dios? ¿Es culpa del predicador? No, es culpa de nosotros y de nuestras falsas expectativas de la vida, pues cada año, los 365 días del calendario, muchas cosas pueden pasar. 

¿No me creen? Mira conmigo. Puedo ver la decepción en ese hombre que se le prometió que el 2011 iba a ser el mejor año de su vida, pero a mediados de año 
perdió su trabajo. Puedo ver la frustración en el rostro de aquella familia que durante este año perdió a uno de sus miembros. Puedo ver la agonía de la madre que perdió a su hijo. La pregunta es ¿Fue bueno el año para esas personas? La respuesta es complicada cuando se analiza desde nuestro punto de vista, pero desde la óptica de Dios todo es diferente. Él es experto en convertir tragedias en alegría, muerte por vida, y frustración por propósito. Él es quien prometió que "Todo nos ayuda para bien". No importa si este año las cosas no sucedieron como te lo profetizaron. No importa si tus expectativas no se cumplieron. Sólo importa una cosa: Dios. Él es suficiente, Él es mi motivación para el 2012; Él es el protagonista de este nuevo año. 

Enfrenta este año con el mejor optimismo posible, pero ten en cuanta que en 365 días muchas cosas pueden pasar, tanto buenas como malas. Ten en cuenta que no todo será color de rosa. Muchos este año terminaran sus estudios; otros lo abandonarán por falta de recursos. Algunos verán nacer a un nuevo miembro de la familia, pero otros despedirán a ese ser querido que se va a mejor vida. 

A pesar de todo lo que pueda ocurrir, hay algo que nos debe llenar de gozo: la seguridad de sus promesas. Si bien es cierto que no conocemos el futuro, hay algo que si debemos de saber. El cristiano no se mueve por lo que depara el futuro, el creyente se mueve por promesas, y son esas promesas las que no dan la seguridad de que el 2012 será bueno,¿Saben por qué? porque Dios no miente, y todo lo que nos promete se cumple.

En vez de hacerte falsas expectativas de vida, comienza HOY a confiar en sus promesas. Aplica a tu vida la formula divina de la triple P

1. Promesa de provisión: Dios nos ha prometido que NADA NOS FALTARÁ. Escucha bien, Dios no está diciendo que lo vamos a tener todo; Él está diciendo que a pesar de los problemas económicos que podamos pasar, NADA NOS FALTARÁ.

2. Promesa de protección: Dios nos asegura que estará con nosotros TODOS LOS DÍAS, en los días buenos y en los malos. En medio de ese logro, Dios estará allí para celebrar con nosotros, pero en medio de las tragedias, Él estará allí para consolarnos. Su protección es nuestra garantía.

3. Promesa de propósito: Dios es un Dios de crecimiento, y en este año 2012 podemos estar seguro que Él nos dará las herramientas necesarias para seguir creciendo. Va a depender de nosotros si accionamos o no, pero de su parte ya todo está dicho. Dios nos dice: Ensancha el lugar de tu tienda, extiende las cortinas de tus moradas, no escatimes; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.

Así que no tememos excusas para no crecer.

Declaro para tu vida que este año será bueno en gran manera, pues Dios está con nosotros. Declaro un año de crecimiento y avance. Declaro un año de prosperidad y salud. Declaro el año de DIOS para ti.

Quiero finalizar con responder a la pregunta del título de esta nota: ¿Feliz año nuevo? Sí, este será un buen año.

Dios te bendiga y Feliz Año 2012

Eivert Caridad Fernández
Ministerio Jóvenes 
Picec




No hay comentarios:

Publicar un comentario